CASTELO BRANCO
Castelo Branco ostenta una zona medieval intramuros bien definida, con un conjunto reseñable de vestigios de edificaciones sobre todo del siglo XVI resultantes de la fijación de judíos expulsados de España, cuya consecuencia parece ser que fue un aumento del 60% de la población y un enorme incremento de las construcciones. En el inventario más reciente se registran 291 puertas biseladas, de las cuales 6 son en arco apuntado, 112 ventanas biseladas, un conjunto muy significativo de linteles de puertas y ventanas talladas, 2 símbolos religiosos claramente judíos y 63 cruciformes asociados a la presencia de cristianos nuevos. Los vestigios de la Menorah damnificada con cruciforme superpuesto son visibles en la Rua d’Ega n.º 10.
A finales del siglo XIV ya hay referencias sobre la existencia de una comunidad judía y la respectiva judería. Existió una sinagoga, que supuestamente, aún sin confirmación arqueológica, se hallaba en el actual n.º 10 de la Rua da Misericórdia.
La judería de Castelo Branco se situaba entre la Rua d’Ega y el tramo norte de las murallas. Sus dos ejes fundamentales eran la Rua d’Ega en el sentido este-oeste y el tramo norte que hoy ocupa la Rua da Misericórdia a partir del cruce con aquella calle.
BELMONTE
Es la única comunidad peninsular heredera legítima de la antigua presencia histórica de los judíos sefarditas. Durante toda la época de la Inquisición, se consiguieron preservar muchos de los ritos, oraciones y relaciones sociales. A pesar de la presión para diluirse en la sociedad católica portuguesa, muchos de los belmontenses cristianos nuevos siguieron casándose entre ellos durante siglos.
En 1989, se reconoció oficialmente a la Comunidad y, en 1996, “Beit Eliahu” (Hijo de Elías) inaugura la sinagoga precisamente en una de las calles de la antigua judería. A la vez, en 2001 se abrió el cementerio judío. Desde 2005, también está abierto al público el Museo Judío (único en Portugal), que retrata la historia de la presencia sefardita en Portugal, sus usos y sus costumbres, y que integra un memorial sobre las últimas víctimas de la Inquisición.
PENAMACOR
Tierra de origen de uno de los médicos más conocidos de la historia portuguesa: Ribeiro Sanches. Cristiano nuevo, acusado de profesar el judaísmo, Ribeiro Sanches (1699-1783) fue perseguido por la Inquisición en Portugal. Logró un gran prestigio en la corte de Catarina II, en Rusia.
Penamacor posee vestigios de la antigua judería del siglo XVI en las cercanías de la Rua de S. Pedro, una de las calles históricas de la villa. El incremento del número de habitantes judíos tras la expulsión de España se dio debido a la situación de gran proximidad con la frontera.